viernes, 27 de mayo de 2011
Profesión
A los 19 años de edad decidí que dejaría Villa Allende y me mudaría a la ciudad de Córdoba (Argentina) fue un tiempo después que termine mi secundaria, la idea era instalarme en la capital de dicha provincia para estudiar Diseño grafico. Cuando uno llega a la urbe con esa edad y en condiciones típicas de estudiante, con granos en la cara y algo pajerto, es como obtener el gran boleto a la libertad.
En el momento que uno arriba a la ciudad, los estudiantes más viejos, los que ya llevan un buen tiempo viviendo dicha experiencia de madures y libertad, serán los encargados de aconsejarte de cómo funcionan algunas cosas en el lugar. Lo que más recuerdo entre tantos sabios consejos que recibí de esos experimentados en la vida estudiantil , fue la descripción de las diferentes personalidades que obtienen los futuros PELOTUDOS profesionales que estaban o estarán dando vueltas en la universidad, en la ciudad y porque no , ya en la vida misma.
Descripción del pelotudo que estudia medicina: Cree ser el centro del mundo, son muy putanieros (algo promiscuos) no se sacan el puto ambo ni para coger, y eso lo hacen para poner en evidencia que son los futuros salvadores de la raza humana.
Pelotudo de abogacía: Son los más complicados porque generalmente militan en algún centro de estudiantes, personalidad a desconfiar (obvio son futuros abogados) nadie realiza la carrera a tiempo y dos años antes de terminarla ya se hacen llamar doctor .
Pelotudo de psicología: Un pedo cerebral en donde todos coinciden que estudian dicha carrera para entender donde mierda sacaron tanta bosta de sus cabezas.
Pelotudo de arquitectura: quiero tener onda pero no me da, soy liberal si es que papa me deja. Un boludo Importante
Pelotudo de letras (filosofía): si no estaba drogado, excelente persona para tener una buena conversación .
Y así podría seguir con numerosas carreras y profesiones, pero la verdad hay muchas que ya no recuerdo sus características. Pueden ustedes pensar en las restantes, como eran o son por ejemplo los ingenieros, peluqueros y demás personas que conocen, sus características, sus cliché.
Pareciera que estos entes compran un estereotipo de personaje simplemente por estudiar y seguir con la tradición profesional del pelotudo con antigüedad, y toman actitudes, posturas ante la vida que los hacen olvidar realmente de su esencia, actuando de una manera algo predecible y pajera para mí gusto .
En algunos casos, ya recibidos estos engendros vuelven a su eje comportándose como alguien casi normal, en otros, compraron el personaje y no se lo sacan ni para cagar.
Lo importante es ser un buen pelotudo autódidacta, porque serlo de profesión, te vuelve un forro más del montón.
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